Esta semana en el programa de Radio KAMA 750 en El Paso, alguien me pidió que hablara sobre la abundancia. Y esto tiene que ver con lo que mencionamos la semana pasada, cuando hablamos de Percepción es Proyección.
Si quieres experimentar la abundancia “allá afuera”, debes tenerla primero en tu corazón, “aquí adentro”. Tal vez ya te hayas dado cuenta de que cuando nos concentramos en la abundancia, sentimos que nuestra vida es abundante; las cosas fluyen; alcanza para todo, y hasta para compartir. Pero cuando nos concentramos en la escasez, sentimos que nuestra vida está llena de carencias; todo falta; nada es suficiente. Tenemos demasiado mes al final del dinero. Nuestra experiencia de abundancia o de escasez depende simplemente de dónde centremos nuestra atención, nuestro enfoque. Es darnos cuenta de lo que estamos proyectando como nuestra experiencia, y esto se ve en lo que observamos en nuestros resultados de vida.
Es verdad que no podemos negar los sufrimientos de la vida. Eso es perjudicial para la salud, tanto la física como la emocional. Pero igualmente importante es lo siguiente: ¡No podemos negar la abundancia que hay en nuestra vida!
Hace poco leí a un autor que recomendaba que escribas para ti un “Libro de la Abundancia”. Este autor recomienda que cada noche, antes de acostarte, anotes por lo menos cincuenta cosas maravillosas que te hayan ocurrido ese día.
Quizás algunos dirán: “¿Cincuenta cosas? Si difícilmente logro encontrar tres”.
Mi respuesta sería que, entonces, es obvio que no te has fijado en las bendiciones y bienes que existen en vida. El objetivo de este ejercicio es ayudarte a hacerlo. He aquí algunas de las cosas que podrías anotar:
- Esta mañana arrancó el coche.
- Soy capaz de caminar.
- Tengo alimentos para comer.
- Alguien me hizo un elogio.
- Hoy mis hijos no se metieron en ningún lío.
- Sentí el calor del sol en la cara.
- Hablé con una de mis mejores amigas.
- Las flores están comenzando a abrirse.
- Tengo agua caliente para ducharme.
- Estoy respirando.
- Salió el sol.
Las cosas que anotes en tu Libro de la Abundancia no tienen por qué ser brillantes y sensacionales. En realidad es mejor que no lo sean. Ten siempre presente que si sólo nos fijamos en las cosas brillantes y sensacionales, gran parte de nuestra vida parecerá triste, y eso, desde luego, no es cierto. Respirar, por ejemplo, no es algo increíble, es realmente ordinario.
Al principio, encontrar esas 50 cosas que agradecer te puede llevar mucho tiempo.
Pero muy pronto las cosas buenas van a llover sobre el papel, porque te pasarás gran parte del día buscando las bendiciones de tu vida para poder tener cosas nuevas que añadir a tu Libro de la Abundancia cada noche. Y ¡las encontrarás!
Los beneficios son evidentes.
Cuando empieces a buscar las cosas buenas, inmediatamente dejarás de fijarte en las malas y te sentirás feliz. Sabrás que eres una persona afortunada. Si logras adquirir el hábito de fijarte en la abundancia, te prometo que tu vida se transformará.
Es un hecho consabido que no puedes concentrarte simultáneamente en dos cosas opuestas a la vez. No puedes estar feliz y triste a la vez; no puedes estar tranquilo y alterado al mismo tiempo. De igual manera, no puedes tener pensamientos de escasez y pensamientos de abundancia simultáneamente. Es una imposibilidad psicológica.
Y esto es importante porque en los cursos de certificación de hipnosis y de Programación Neuro-Lingüística, como uno de los ejemplos que damos para explicar lo que es la mente consciente y subconsciente, mencionamos que tu mente subconsciente es como un robot, y este robot está programado para traerte lo que le pides. Es como el genio de la Lámpara de Aladino. Le pides algo y te dice “Tus deseos son órdenes”.
Pero, ¿cómo le pides algo a tu subconsciente para que te lo traiga?
La manera en que pides a tu subconsciente que te traiga algo, es a través de los pensamientos que tienes en tu mente la mayor parte del tiempo, y los sentimientos asociados a los mismos.
Es por esto que cuando te enfocas en la Abundancia que ya tienes en tu vida, tu subconsciente te trae más abundancia. Pero no me lo creas. Más bien considera los resultados que tienes en tu vida hoy mismo. Si eres absolutamente sincero contigo mismo, te darás cuenta que los resultados que tienes hoy en día están directamente relacionados con los pensamientos que has estado pensando y las emociones que has estado experimentando en los últimos seis a doce meses. Esto es tan importante que lo voy a repetir: Los resultados que tienes en tu vida hoy mismo están directamente relacionados con los pensamientos que has estado pensando y las emociones que has estado experimentando en los últimos seis a doce meses.
Considera cómo es tu vida hoy. Ahora, considera si has estado teniendo pensamientos y sintiendo emociones acorde a los resultados que estás experimentando hoy en día.
Es una Ley universal. Es la Ley de Germinación. Lo que plantas, germina. Si quieres manzanas, no vas a plantar semillas de naranja. Si quieres mangos, no vas a plantar semillas de aguacate.
Ahora, ¿cómo plantas Abundancia? El principio es el mismo. Tienes que plantar primero para cosechar después. Hay que tener la mentalidad de abundancia.
Considera al campesino, que labra la tierra, hace surcos, planta semillas, quita hierbas, riega el campo, cuida de las plantas, y trabaja meses sin ver germinar el fruto de su labor. El campesino tiene fe de que todo su trabajo va a rendir fruto, y no sólo sueña con su cosecha, sino que trabaja, a veces de sol a sol, para conseguir lo que su fe le dice que viene en camino. Es como que tiene un pacto con Dios que dice, yo hago todo este trabajo y tú me recompensas con la cosecha. Y su recompensa por su fe y su trabajo es multiplicada cientos de veces, pues un grano de semilla le reditúa cientos o miles de granos, y alimento y sustento para su familia.
Pero todo comienza con el plantar la semilla, y la fe de que te será retribuido.
Es igual con nosotros. Cuando deseamos algo y sentimos el impulso para hacerlo, es esencial seguir esos codeos internos que nos llevarán hacia lo que deseamos.
Wallace Wattles en La Ciencia de Hacerse Rico (que está disponible gratis en PDF en www.mercadotecniaespiritual.com/cienciadelexito.html) dice “Con tu fe, acercas lo que quieres hacia ti; con tu acción, lo recibes.” Cuando veas una oportunidad para contribuir, y sientas el deseo de hacerlo y tienes esos sentimientos que se mueven desde el fondo de tu ser, entra en acción.
Tal vez no veas cómo es que funciona este proceso de Abundancia, Fe y Gratitud.
Hay un dicho muy mexicano que, realmente, está al revés, que dice “Hasta no ver, no creer.” Pero la realidad es diferente. Si quieres abundancia... si quieres ver resultados en tu vida, primero necesitas CREER. "Hasta no Creer, no Ver", es como debe ser expresada esa frase.
Es como el señor que se fue de vacaciones a una cabaña en la montaña nevada. Llega y guarda su equipaje. Se pone cómodo; se prepara un café y se da cuenta que la cabaña está fría. Ve una antigua estufa de leña y dice: “Dame calor y te doy tu leña.” Así no funciona. Debemos iniciar ese proceso nosotros con fe y con acción.
Entonces, ¿qué vas a hacer HOY para acercar tus metas hacia ti, y para recibirlas?